Si estás leyendo esto, es porque lo he conseguido. ¿Él qué?, te preguntarás. Pues hacer realidad la idea de crear mi marca de joyería, Marta Vaquerizo Jewelry, después de un año de muchísimo trabajo, esfuerzo y dedicación absoluta a su creación.
El proyecto que os presento no es espontáneo. Tampoco un capricho. Es el resultado coherente, la culminación de una trayectoria vital que se remonta 20 años atrás, cuando tras licenciarme en Historia del Arte, comencé a profundizar en el estudio de la Historia de la Joyería, llegando a ser profesora. Hasta que mis inquietudes, y encontrarme en el camino con La Escuela de Arte 3, hicieron que dejara todo para volver a estudiar: cambié la docencia y la teoría, por la práctica del taller, para aprender el oficio de joyero. El flechazo fue inmediato; y la pasión por el oficio no tardó en llegar. Ciertos acontecimientos, como adquirir mi taller, precipitan la decisión de intentar crear mi propia marca, que no era más que la respuesta a una necesidad interior cada vez más palpable.
Desde el principio, supe que quería concebirla como un actividad que consistiera en la fabricación de joyería (fine jewelry) y de alta bisutería (high end costume jewelry), aunando bajo un mismo techo dos categorías claves del sector, que sólo se diferencian en el valor de los materiales con que están hechas.
Sus premisas, también estaban claras: sería una producción hecha en España, en la que diseño, tradición y tecnología se dieran la mano. Valores que se plasman en nuestras piezas por su calidad, hechas con sumo esmero y mimo, en las que la factura artesanal les aleja de la frialdad típica de la fabricación industrial.